DESDE LA CELDA.
Tengo el orgullo de haber participado en
este cortometraje dedicado a todas las personas que están privadas de LIBERTAD.
Por dos motivos:
1º)Por haber contribuido a que se hiciera
posible, y
2º)Porque en cierto momento de mi vida
también fui un “cliente” más de esas ‘instituciones de reinserción’ –eso dicen-,
llamadas CARCELES.
Lo único que me pesa es no haber podido
asistir al rodaje al que fui invitado por las personas que participaron en él.
Pero bueno, me conformo con que haya sido una realidad.
Mi felicitación a todo el equipo que ha
conseguido filmar ‘DESDE LA CELDA’.
Esta es su presentación:
Todas las personas privadas de libertad responden a un
nombre que a veces se olvida por la cosificación que ejerce la institución. Sin
demasiado esfuerzo se acaban convirtiendo en un número, en una cifra más, en un
dato estadístico, pero lo cierto es que todos y cada uno de ellos, todas y cada
una de ellas, proviene de sus propias circunstancias.
No son un número. No son una tasa de criminalidad, de
reincidencia, de tipología delictiva. No son un experimento social. No son
partidas presupuestarias. No son conclusiones de estudios sociológicos,
jurídicos o criminológicos. Son personas con nombre y apellido, con familia,
con entorno, con suerte o sin ella, pero personas.
Las cartas ocupan tiempo, trasladan la mente, dibujan
ilusiones, diseñan esperanzas. Las cartas se leen una y otra vez hasta
aprenderse de memoria; son el triunfo de la persona frente a la institución;
son la no cosificación, la resistencia, la libertad.
Son sensación, emoción, vida.
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