Otra más del compañero PEPE ARANDA.
R I A Ñ O.
En Riaño
los del hierro y la goma
los de la bota obscena
y el corazón recauchutado
Volvieron como antaño a devorar la esperanza
y cortaron de un tajo
toda la primavera
En Riaño
el agua se hizo verdugo de la risa
se vistieron de luto las palomas
y los terroristas de la firma y el edicto
con su estornudo de pólvora
corrompieron el aire
y espantaron los potrillos
En Riaño
No quedaron praderas, ni caballos
ni ríos, ni amapolas, ni veredas
ni árboles, ni capirotes, ni rebaños
En Riaño
donde uno se olvidaba de la muerte
el odio estableció su geografía
la sinrazón flotando por la nausea
que arrastra pueblos, calles, campanarios
viejos con el pasado en la garganta
niños con su futuro en los despachos
jóvenes defendiendo su casa con las uñas
En Riaño
repartieron zarpazos para asesinar al viento.
Venían de acribillar mineros en el Norte,
de estrangular la rabia de los jornaleros
que se les puso morada de impotencia,
las botas manchadas de sangre proletaria
En Riaño
mataron la alegría y, esparcidos por el aire
dejaron trozos de corazón
como cuchillos
José Aranda 1988
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