SOLIDARIDAD Y APOYO MUTUO

"...advertimos a la clase patronal que ellos nos han colocado en la calle y en ese terreno estamos dispuestos a afrontar las consecuencias que de esta torpe actitud se derive, todo menos que nuestra actitud de trabajadores honrados y conscientes sea vilmente atropellada." (Comité de Huelga. Huelga General de Zaragoza, 1.934)

miércoles, 21 de diciembre de 2022

PASEANDO POR ALGÚN OURENSE

 

DESCANSANDO EN "LA MARINA"

(El parque de mi Barrio)


El Chino JUAN



     En el último ingreso en el Hospital -durante mes y medio- he tenido varios compañeros o vecinos de habitación. Uno de ellos ha sido un chino. Le habían ingresado porque tenía sangre en los pulmones en gran medida por el tabaco.

     Como no decía nada -solo hablaba por teléfono- me presenté:

     -Hola, yo me llamo Carlos ¿y tú?

     -¿Qué, cómo…?

     -Mi nombre es Carlos ¿y el tuyo?

     -Ah, sí. Juan.

     Pensé que había castellanizado el suyo chino para mejor integrarse. Pero nada más lejos de la realidad. Yo debí de entenderlo mal pues tanto las enfermeras como la médica le llamaban CHEN. Pero el caso es que mi hijo, mi exmujer y yo le llamábamos Juan y nos contestaba. Es como si no quisiera dejarnos en ridículo, algo que agradecí.





     Mi compañero Juan/Chen era un tipo singular. Nunca se sentó en el butacón que tenemos todos los enfermos. Siempre de pie o sentado en la cama o tumbado. Siempre comía de pie. Las enfermeras y auxiliares insistían en que se sentase, pero no lo convencieron.

     Todos los días después de cenar, se ponía la ropa de calle encima del pijama y salía de la habitación con el teléfono. Unos días solo la chupa, otros solo el pantalón, otros las dos prendas. Lo que no entiendo es por qué se iba si yo no tengo ni puta idea de chino. Nunca tardaba más de 20-25 minutos. Volvía, se quitaba la ropa y como si no hubiese pasado nada. Todos los días me quedaba con las ganas de preguntarle dónde iba, pero nunca me atreví.

     La tarde anterior a que le dieran el alta, como todos los días, después de cenar salió pero lo curioso es que no se puso ropa de calle.

     Después de unos 20 minutos, petan en la habitación y entra el chino Juan/Chen agarrado de un brazo por una enfermera o auxiliar y por el otro por un Guarda jurado.

     Y van y me dicen ‘Que controle a mi compañero ya que le han pillado, solo con el pijama, en el parque que hay a la salida del Hospital fumando y hablando por teléfono. Que el día anterior ya le habían visto en el mismo sitio pero con la chupa y el pantalón del pijama pero cuando salieron ya se les había escaqueado.

     Mi contestación fue, primero, que yo no tenía ninguna responsabilidad sobre mi compañero, que era cosa suya. Y, segundo, que con la cadera rota y el fémur fracturado,  iba a salir corriendo tras de él.

     Esa tarde/noche no dijimos nada de lo sucedido e hicimos y hablamos como todos los días. El caso es que ‘descubrí’ dónde iba y qué hacía todas las tardes después de cenar.

     Bueno, voy a dejar libre el extremo del banco para que se siente otro jubilado o jubilada. Creo que hay que repartir lo que tenemos en el parque: sitio y tiempo. Salud.











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