ENRIQUE URQUIJO, alma de “LOS SECRETOS” se marchó un 17 de noviembre de
1.999.
Era de mi ‘quinta’. Nacimos el mismo año.
Al igual que él, cogimos un corcel que ahora, pasados los años, hubiésemos
querido no saber de su existencia, pero la vida es como es y viene como viene;
un@s aciertan en el camino y otr@s no es que no acertemos pero cogemos unos ‘atajos’
que al final no son tales. Son más bien caminos comarcales llenos de curvas
sinuosas y llegado un momento se nos hace cuesta arriba el sortearlas.
Tengo la ‘suerte’ que aun sin haberme
bajado todavía del ‘transporte’ que elegí, pues no puedo decir que nadie me
obligase a subir, puedo hacerle un pequeño homenaje a esta gran persona.
Apareció tirado en un portal de la calle
Espíritu Santo del barrio de Malasaña de Madrid. El destino siempre es irónico
y siempre nos tiene algo reservado y a Enrique le guardó el nombre de ‘la calle’
de su ataúd…
Sirvan estas líneas para que desde donde
estés, si es que estás en algún sitio, sepas que no nos olvidamos de ti; ni los
amantes de tu música ni los que compartimos ‘el polvo’ contigo. Que la tierra te sea leve, compañero.
Esta versión de “OJOS DE GATA” (con una garimbita de
la mano), de cuando comprábamos los
discos con los ahorrillos que nos dejaban los vicios, es de las que más me
gustan.