En estos momentos quisiera tener alma.
Pero un alma como creen las personas creyentes de cualquier religión que
existe.
En estos momentos quisiera ser religioso y
creer en algún dios. Quisiera ser una persona que no razona y dejar en manos de
ese dios la solución a los problemas. Quisiera poder ir a una iglesia y
pedirle, a rogarle a ese dios que haga algo, él que tiene el poder, él que
tiene todo el poder del universo. Quisiera que, siguiendo sus ‘enseñanzas’, ese
dios nos diese no sólo la teoría, sino que nos diese el PODER de solucionar lo
que él parece que no tienes ganas de solucionar.
En estos momentos, si fuese religioso,
quisiera APOSTATAR de sus panfletos (pues no son más que eso) y no haber sido “hecho
a su imagen y semejanza”.
Porque si (lo de por ‘nuestras obras nos conoceréis)’,
lo que estamos haciendo es fiel reflejo de QUÉ DIOS HA SIDO EL CREADOR a su'imagen y semejanza': CRUEL,
VENGATIVO, ASESINO, MALA PERSONA… así mal lo llevamos, mal, muy mal.
Pero tengo la suerte (al menos así lo
creo) de tener un alma personal. Sin religiones.
Tengo la suerte de tener un alma que
practica LA SOLIDARIDAD.
Tengo la suerte de tener un alma que sabe
lo que es y practica EL APOYO MUTUO.
Tengo la suerte (y cuando más dudo de mí
más convencido estoy) de saber que mis ideas NO ESTÁN EQUIVOCADAS.
Tengo la suerte –aunque es un poco de
soberbia- de “presumir” de que SOY ANARQUISTA (aunque esto ya lo dirán mis
iguales según mi actuación diaria).
Tengo la suerte de que mi CONCIENCIA me
dicte que DEBO DE GRITAR:
-Que la tierra no tiene dueño. Que es de
todos.
-Que no soy racista; que quiero a todas
las personas en mi barrio.
-Que no quiero ninguna guerra que provoque
que las personas huyan de miedo.
-Que quiero que nadie pase miedo.
-Que quiero que a las personas no se las
encierre entre alambradas y concertinas.
-Que quiero que tod@s los que necesiten un
sitio donde vivir, vengan a mi tierra.
-Que en mi tierra seamos capaces de
hacerles olvidar el miedo y la pobreza.
-Que en mi tierra no hay “cuotas ni cifras
ni números grabados en los brazos”.
Tengo la suerte de poder gritar muchas más
cosas.
Y sobre todo quiero gritar:
-¡¡QUE AL PUEBLO TRABAJADOR ESPAÑOL SE LE
ACOGIÓ CUANDO MÁS LO NECESITABA!!
-¡¡QUE SOMOS TRABAJADORES Y CIUDADANOS QUE
NOS CONSIDERAMOS INTERNACIONALISTAS Y NO PODEMOS DEJAR A NADIE EN UNA PLAYA O
TIRADO EN UNAS VIAS DEL FERROCARRIL!!
Quisiera gritar tantas cosas que si no me
escuchan sería capaz (y olvidarme de mi pacifismo) de coger un fusil y
hacérselo entender a tiros.
¡¡QUE VENGAN TOD@S A NUESTRA TIERRA –que NO
es nuestra- Y QUE PUEDAN VIVIR DIGNAMENTE. Ellos no han perdido la dignidad
entre olas, bosques y alambradas.
Pero si nosotros seguimos así:
NO NOS
QUEDARÁ DIGNIDAD NI PARA NOSOTROS MISMOS.
Salud.