SOLIDARIDAD Y APOYO MUTUO

"...advertimos a la clase patronal que ellos nos han colocado en la calle y en ese terreno estamos dispuestos a afrontar las consecuencias que de esta torpe actitud se derive, todo menos que nuestra actitud de trabajadores honrados y conscientes sea vilmente atropellada." (Comité de Huelga. Huelga General de Zaragoza, 1.934)

jueves, 21 de abril de 2016

DEPRESIONES: "Vladi" (nuestro perro) y las 'Marías".

"VLADIMIRO" y las vacas del Tasugo.-



     Vivía en Reinosa (Cantabria) en un ‘piso’ muy, muy viejo. Era de esos que de ventanas las justas, o sea, ninguna. Ventanucos que además daban a patios interiores por lo que la luz ‘brillaba’ por su ausencia. Menos mal que la cocina tenía uno de esos ventanucos. Agujerillo que me sirvió para que los cañamones tirasen p’arriba y de vez en cuando hacerme la comida.
     Estaba encima de una antigua y famosa discoteca de la ciudad. Se entraba por un portalón que parecía más un cuartel que la entrada a un “edificio”. Lo cierto es que siempre me han gustado este tipo de viviendas. Me daban un extra a la forma en la que siempre he querido vivir. Un poco entre tinieblas, un poco en la oscuridad de la claridad de mis ideas.
     A lo que vamos.
     A pesar de pagar un alquiler, estaba viviendo en La Mata  -aldea de la que ya he hablado y seguro que alguna que otra vez volverá a salir- y trabajando en la restauración del tejado de la Casona y en colocar el suelo de lo que luego sería el piso de la música.
     Estamos en verano. Uno de esos días en lo que fui a “mi casa” a por ropa y como no podía estar muchos días sin ver y regar ‘mis plantitas’, haciendo de equilibrista de circo y como pude, en una gran bolsa de deportes, metí los 8 o 9 tiestos que tenía (ya bastante creciditos), y me decidí a llevármelos conmigo por toda la ciudad y después en el tren.
     Estuvieron un par de días en la estación de Mataporquera, muy bien cuidadas, hasta que tuvimos un coche para llevárnoslas.
     Las plantamos junto a los tomates. ¡Qué postal tan bonita! ¡Ni los suizos con sus montañas y paisajes habrían podido hacerlas mejor!
     Y crecían, crecían… ¡que verde tan ecologista! ¡que verde tan deseado! ¡qué niñas más lindas teníamos!





     Pero como todo tiene que tener, ¡hay que joderse! algún ‘pero’, pues surgió el ‘pero’. Y consistía en que cuando llegábamos por la mañana después del turno de noche o nos levantábamos a la hora en que el sol estaba en todo lo alto, nos encontrábamos QUE LAS NIÑAS ESTABAN MEDIO COMIDAS. Todos los días igual; cada día un poco más…
     Pero como éramos –y seguimos siendo igual- pues lo íbamos dejando de un día para otro eso de encontrar cual era el motivo. Teníamos hachís para seguir fumando y por lo tanto, en esos momentos, no nos era muy importante.
     A mí me dio por pensar que “Valdimiro” era el que se ponía hasta el culo y por eso estaba todo el día o tumbado o yendo ‘de putas’ por el monte. Y llegó el momento en que me entró la paranoia:
     --¡¡El “Vladi” se ‘nos fuma’ las marías!! ¡¡El “Vladi” se ‘nos fuma’ las marías!!
     El caso que una de las mañanas que llegué del turno de noche, como ya había amanecido (pues jodería en verano), me recibió el “Vladi” como siempre con una alegría acojonante. Pero yo llegaba ‘cocido’ (como todos los días en aquella época) de ‘Boldan’, de ‘Llintonis’ y de ‘Dycs’ pues me dio por ponerme ‘serio’ con él y a la vez categórico y en plan padrazo.
     Y menos mal que aún ‘explorando’ el monte de lado a lado, con los ciegos, era capaz de llegar a casa.
     Agarrándole la cabeza, suavemente, le dije:
     -A ver “Vladi”, dime la verdad. ¿Por qué cojones te tienes que comer las marías que tan delicadamente estamos cuidando? ¿Tanto te gustan? ¿Quiere decir que ligas más por el monte yendo ‘puesto? (El “Vladi” lo único que hacía era lamerme, ladrarme y mover el rabo.) A ver ¿por qué no nos dices que te hagamos una buena tortilla para la comida? (Y el “Vladi” a lo suyo.) Quiero que sepas que el día que te pille te vas de casa. Te hago la maleta y te vas con la peña que conoces del monte o del pueblo (Había días, bueno, noches, que aparecía en el pueblo a buscarnos…).
     Y ahí quedó la cosa. Me fui, con un canutito, a la cama.
     Pero hete aquí que al día siguiente, a las mismas horas digo yo, pues había alguno que tardaba la ‘oxtía’ porque me perdía con el ‘colocón’, no tenía mucho sueño y me hice un ‘Llintonis’, un ‘petardo’ y me tumbé a ver como el sol iba subiendo en el horizonte…
     Como todos los días bajaba “el Tasugo” (nuestro vecino) con sus vacas a pastar. No sé dónde cojones las llevaría o dónde cojones ellas eran capaces de estar con él, pues era un indecente… y de repente entre canutitos, risas y charla con el chucho… ¡¡POR FIN LA SOLUCIÓN!!
     Las vacas del ‘Tasugo” bajaban directas, como si fueran a las vías del tren, a las marías. Y allí sacaban sus lenguazas y… ¡joder, con qué ansias se comían las hojas!
     Pero ¡mecajoendios! No creo que me haya dado tanta prisa para algo más importante. Me levanté cagando hostias a intentar espantarlas, al igual que ‘el Tasugo’ corría para separarlas de las plantas… No duró mucho aquello pues entre los dos fuimos capaces de hacerlas seguir el camino. Él no dijo nada; a mí me dio la risa…
     Después de que hubiesen pasado la esquina de la casa, vacas y dueño, me dio por reflexionar (sin parar de reírme) y empezar a colocar las cosas en su sitio.
     Me senté en la tumbona y llamé a “Vladi”. Con cara compungida (y como hacía cuando le echaba la bronca) y con auténtico acto de constricción le dije:
    -“Vladi”: Sé que he metido la pata contigo. Te lo digo en serio. Quiero que sepas que estoy muy arrepentido de haberte acusado de algo que no has hecho. Quiero que sepas, querido amigo, que te pido, humildemente, perdón. Quiero que sepas que nunca jamás voy a volver a dudar de ti. Lo que no entiendo es que con la de años que nos conocemos llegase a dudar. Lo siento, perdóname… (Y el “Vladi”, como siempre, me ladraba, me lamía y movía el rabo)

     Desde ese día cuando me fumo un canutito siempre me imagino a mi amigo “Vladi” pensando:

     -Pero bueno, este tipo qué cojones está diciendo. Pero ¿no se dará cuenta de lo colgado que está? ¿No se dará cuenta de la de gilipoyeces que lleva diciéndome un montón de días? ¿No se dará cuenta de que paso de él, pero que le entiendo su ‘mala bebida y sus 'buenas fumadas’ que tiene algunos días? ¿No se dará cuenta de que le quiero igual cuando está sereno –pocos días- que cuando no?

     Y la de risas que me paso a cuenta de las vacas del Tasugo y de mi querido “Vladi”.
     Historias de la puta vida.
     Salud.
   


   
Grupo: CUCHARADA
Album: EL LIMPIABOTAS QUE QUERÍA SER TORERO
Año: 1.979
Tema: "NO SOY FORMAL"