SOLIDARIDAD Y APOYO MUTUO

"...advertimos a la clase patronal que ellos nos han colocado en la calle y en ese terreno estamos dispuestos a afrontar las consecuencias que de esta torpe actitud se derive, todo menos que nuestra actitud de trabajadores honrados y conscientes sea vilmente atropellada." (Comité de Huelga. Huelga General de Zaragoza, 1.934)

TOROS Y SINDICATO.-

TOROS Y ANARCOSINDICALISMO.-


(Hemos abierto el debate para que el Blog sirva como foro del mismo. Los comentarios, como no puede ser de otra manera no están previamente fiscalizados; entran directamente como los hagáis. Sólo pedimos RESPETO Y EDUCACIÓN. Por lo demás esperamos que tod@s seamos capaces de un buen diálogo y de aprender lo suficiente para tener argumentos ante estos salvajes que dicen disfrutar con el maltrato a los toros. Salud.)




TOROS Y ANARCOSINDICALISMO.-

“…su celebración no produce otra cosa que una juventud atolondrada, falta de educación como de luces y experiencias, los preocupados que la encarecieron sin hacer uso de la facultad de pensar, los viciosos por hábito, hambrientos siempre de desórdenes y, en una palabra, la hez de todas las jerarquías” (Vargas Ponce, 1807).
        

      Es evidente que la “Fiesta de los Toros” tiene desde hace siglos tanto partidarios como detractores; en unas épocas con más intensidad y en otras con menos. También es evidente que en la época actual el movimiento contestatario es ampliamente seguido en España.
     Ya en los siglos XVI y XVII suscita encendidas polémicas entre detractores y apologistas de la misma. Sin ir más lejos, el mismo Quevedo se convierte en cronista taurino para describirnos en verso la «Fiesta de Toros, con rejones al príncipe de Gales, en que llovió mucho» que se celebró en 1623 y en la que Felipe IV intervino personalmente alanceando un toro. Estas relaciones seguirán siendo muy abundantes a lo largo del siglo XVIII y aparecerán incluso ya entrado el siglo XIX intervino personalmente alanceando un toro (Alejandro Pizarroso Montero).
     Es muy curioso que la primera bajada de la audiencia de ‘la Fiesta’ viniera de manos de un Borbón: Felipe V y su mujer de Isabel de Farnesio. Gracias a esta apatía de los monarcas hacia el toreo, los nobles y la aristocracia siguiendo la voz de su amo hicieron lo mismo: pasaron de la fiesta y ésta decayó en demasía.
     Pero el pueblo quería seguir teniendo juerga y todos los subalternos de los alanceadores no querían estar sin trabajo y de aquí parten las primeras cuadrillas de toreros, ya que hicieron de sus habilidades una profesión y arte.



     La primera prohibición vino de la mano de Fernando VI (desde mayo de 1754 hasta su muerte 1759).
     Las terminará suprimiendo Carlos III en 1778, aunque autorizando las de Beneficencia y de ‘utilidad pública’.
     Carlos IV levanta la prohibición pero en 1.805 se vuelven a prohibir.
     Durante todo el siglo XVIII se siguieron celebrando corridas a pesar de las iniciativas presentadas en las Cámaras de Representantes del Pueblo para su supresión. TODAS, absolutamente todas, fueron rechazadas.

     Para que tod@s l@s jóvenes que actualmente están en contra de “la Fiesta Nacional” o como coño quieran llamarla, dejamos estos enlaces para que cuando hablen o debatan con cualquier partidario de la misma tengan los suficientes argumentos para rebatirlos.



      MANOLO GONZÁLEZ, veterano militante de la F.L. de Málaga habla (en las Jornadas Culturales de la CNT, en 1998) en una charla-coloquio con Jose Luis Gutiérrez Molina, habla de que “Se da el caso enorme de que los toreros, no los grandes sino los banderilleros y otros eran gente de la C.N.T., y había muchos más en Sevilla, al igual que el caso de los futbolistas…”
     En la C.N.T. hasta la derrota de LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA, había cientos de trabajadores dedicados a la tauromaquia, toreros incluídos, que eran auténticos anarquistas y que, cuando llegó en ‘CAMPANAZO REVOLUCIONARIO”, se pusieron “a disposición de la Revolución” sin dudarlo ni un solo segundo. Eran gente de ley, gente anarquista, compañeros anarcosindicalistas que en la mayoría de los casos DEJÓ LA VIDA EN EL EMPEÑO, al igual que otr@s miles de compañer@s.

     La mayoría de l@s compañer@s que estéis leyendo esta introducción se estarán preguntando que ‘a qué viene esta historia’.
     Pues es muy sencilla.
     Dado que la “Fiesta de los Toros” es, actualmente, rechazada por la inmensa mayoría de l@s militantes anarcosindicalistas y anarquistas, existe, queramos o no, una laguna en los Estatutos de las diferentes Confederaciones Anarcosindicalistas existentes en la Regional Española.
     Al igual que en los citados Estatutos los miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado y los de cualquier otro cuerpo represivo no pueden afiliarse, por la lógica anarquista, a dichas Confederaciones, no es así para los trabajadores de la tauromaquia.

     Queremos abrir el debate de si tanto la C.N.T., la C.G.T., SOLIDARIDAD OBRERA… confederaciones de principios anarcosindicalistas:
     1º) ¿Podrían afiliarse toreros, banderilleros, picadores, mozos de espadas… a estos Sindicatos?
            2º)  Si por Principios no podrían, por Estatutos SI.

     Entonces:

     --¿ESTAS CONFEDERACIONES DEBEN DE MODIFICAR SUS ESTATUTOS PARA QUE EST@S TRABAJADOR@S NO PUEDAN AFILIARSE A LAS MISMAS?







3 comentarios:

  1. Buenos días.

    Una pena que nadie comience porque el tema da para mucho.
    Yo responderé con na pregunta, ¿se podrían afiliar entonces aquellos que cazan por placer o los que trabajan en un matadero?
    Creo que la profesión pocas veces se elige, la mayoría de las veces viene impuesta ya sea por presiones sociales o familiares, o por simple hambre, pero ciertamente aquellos que disfrutan del sufrimiento ajeno, no son dignos no solo de formar parte de un colectivo en concreto, sino de ser parte de la sociedad, aunque en esta sociedad enferma en la que nos obligan a vivir, lo más habitual son este tipo de personas.

    Salud!

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  2. Compañer@ Piedra:
    Esta pregunta que te haces y haces a tod@s l@s que nos consideramos anarquistas (que no quiere decir que lo seamos; ya lo dirán l@s demás según nuestra actuación diaria) nos la hemos planteado muchas veces, si no en los sindicatos en particular, sí entre compañer@s en charlas y reuniones de café y sindicato.
    Y voy a ponerme en una de tus dos opciones: la de que no ha tenido otro trabajo con el que ganarse la vida: matarife, banderillero, picador… (no incluyo a los toreros, aunque en la C.N.T. militaron bastantes y con las ideas anarquistas muy bien amuebladas).
    Y la respuesta no es tan sencilla como parece.
    -Desde el punto de vista ideológico:
    Yo no lo tengo nada claro, pues las Confederaciones Anarcosindicalistas en sus Estatutos no dicen nada en concreto como sí lo dicen en cuanto a los Cuerpos Represivos.
    Y de todas formas el ponerlo en los Estatutos, habría que ver si se llegaría a poner ya que la gran mayoría de ciudadan@s/trabajador@s somos omnívoros con lo cual sería una incoherencia el reflejarlo en los mismos ya que luego no se cumplirían
    -Desde el punto de vista laboral:
    Si los estatutos confederales no dicen nada por lógica debemos no sólo afiliarlos sino defenderlos; primero del patrón y después –lo que sí chocaría con nuestra ideología- defender la empresa para que no se quede sin trabajo.
    Y aquí sí que podríamos tener un gran choque ideológico o una ‘incoherencia ideológica’. Hay que sumar también: 1º) ¿a qué Sindicato o Sección Sindical se les acoplaría a estos trabajadores?, 2º) ¿Y si en ese Sindicato o Sección Sindical resulta que la mayoría, o tod@s, son anti taurinos? El trabajador/a se encontraría indefenso.
    Y por la lógica de nuestra ideología que se basa en LA SOLIDARIDAD y EL APOYO MUTUO, como trabajador que es él/ella y como trabajadores que somos nosotr@s, JAMÁS podríamos negarle todo nuestro apoyo a sus problemas.
    Y pongo otro ejemplo:
    A l@s trabajadores que están en una empresa de fabricación de coches ¿debemos afiliarlos y defenderlos?
    Somos ECOLOGISTAS y ell@s están contribuyendo al aumento de la Polución y por tanto a llevar al desastre al planeta.
    Salud.

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  3. Ahora que releo creo que mi primer comentario mezclé dos cosas diferentes y lo estropeé, me quedo con si se debería, o no, permitir afiliarse a alguien que caza por placer, tenga el trabajo que tenga, porque matarife es un trabajo, no un hobby y de ahí que torero o banderillero también lo sean, en principio.
    Entonces, como trabajadores se deberían apoyar, a pesar de que al que no le gusten los toros encuentre su trabajo despreciable. Para mi un simple maestro también es, además de funcionario del estado, miembro del sistema de adoctrinamiento (de forma involuntaria). Estoy en contra de la escuela estatal y del adoctrinamiento que supone, pero nunca dejaría de apoyar a un maestro en su lucha por mejorar sus condiciones laborales. Es decir, en el mundo y momento actual, hay que ayudar al trabajador, pero para mi, la meta es un mundo totalmente distinto, en el que no haya escuelas ...ni toreros.

    Creo que me expliqué mejor ahora.

    Estoy pues de acuerdo con lo que dices en tu comentario, porque con tu ejemplo, por muy ecologista que seas, si vives en la periferia y necesitas de un coche para trabajar para comer, te verás obligado a usar uno. Así sería hipócrita culpar al que maneja una máquina en una factoría de seat y no ofrecerle ayuda.

    Salud!

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